
La producción de teatro y la gestión de estos espectáculos en vivo es una profesión poco conocida y en ocasiones mal interpretada y relacionada con conceptos inadecuados.
La mencionada producción escénica surge por la necesidad de un determinado espectáculo artístico el cual requiere una gestión adecuada junto con la planificación necesaria de sus propios recursos para así poder conseguir como resultado final la mayor rentabilidad de los mismos.
La labor despeñada por un productor de espectáculos es bastante polifacética, pudiendo variar incluso dependiendo en la fase del proyecto en la que se embarque. Puede ser un productor que desarrolle todas las fases conocidas en el ámbito expuesto, o por el contrario ser el ayudante de producción al cual se le asignan determinadas tareas asignadas por el mismo, o podría también haber sido contratado para una fase ejecutiva, entrando en el proceso de seguimiento de los ensayos y el desarrollo del espectáculo hasta el día del estreno. No podemos olvidarnos del que es contratado para la venta del espectáculo, con lo cual entraría en la fase de explotación.
La figura del productor es una figura moderna en este medio, ahora se le puede contemplar desde dos perspectivas diferentes, la figura del empresario, y como técnico especialista en las competencias y tareas propias de la producción escénica del espectáculo en vivo. A ambos se les a diferenciado las competencias y las responsabilidades en la mayoría del los acaso, aún siendo compartida la misma meta.
En ocasiones la figura del empresario ha evolucionado en técnico especialista, aunque he decir que este último punto de vista diferente al del empresario es un perfil nuevo debido a que no todos los empresarios han sido capaces de ponerse al día, prefiriendo los mismos delegar en personas más especializas en el ámbito que estamos desarrollando.
En nuestro país este sector ha evolucionado conforme a las diferentes clases de salas en la que se exponen, la tecnología, los medio de comunicación e incluso la sociedad a la que va dirigida. Otros sectores del ocio como la televisión y el cine ya lo hicieron antes.
Un productor tiene que tener conocimientos de empresa, de administración y gestión contable, marketing, luz, sonido, maquillaje. . .pero no es una persona que tenga que dirigir el espectáculo, porque para ello ya existe el llamado director artístico, que configura esa idea, aunque de alguna manera, sí es la persona que esta coordinando todos los elementos que incluye ese proyecto.
No cabe lugar a duda que el productor es básicamente quien consigue los recursos necesarios. Si sus técnicas de comunicación no son las adecuadas su trabajo tendrá un rendimiento inferior. Es cierto que deben estar dotados de diversas disciplinas pero sin duda el trabajo de comunicación e intercomunicación son imprescindibles. Es importante para un productor entender que esta trabajando con un equipo creativo con sus peculiaridades humanas y técnicas por lo consiguiente el saber escuchar es un elemento básico para poder luchar y sacar adelante el objetivo principal que es la producción teatral. También es básico que un productor tenga la idea que quiere representar clara y para así poderlo transmitir sin dificultad.
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